3 consejos para no asustarte la primera vez que tu hijo se rompe un hueso

3 consejos para no asustarte la primera vez que tu hijo se rompe un hueso

septiembre 17, 2022 0 Por RenzoC

Las partes más aterradoras de la paternidad son cuando su hijo se enferma o se lastima. Se siente impotente para aliviar su dolor. Incluso puede entrar en pánico o reaccionar de forma exagerada ante la más mínima caída o estornudo, especialmente con su primogénito.

La verdad es, mamás y papás, su ansiedad será mucho peor por lesiones más graves. Sin embargo, estos consejos pueden ayudarlo a evitar el pánico la primera vez que su hijo se rompa un hueso.

1. Calma tu propio pánico

Lo más importante que puede hacer cuando su hijo se rompe un hueso es mantener la calma. No será fácil, después de todo, solo eres humano, pero un poco de fe en ti mismo será de gran ayuda.

Su hijo buscará en usted cómo reaccionar. Sí, sentirán dolor, pero tu rostro les mostrará si deben tener miedo. Los niños confían en que usted sabe más que ellos e instintivamente seguirán su reacción.

Toma el control de la situación controlando tu ansiedad y tus miedos. Prueba estos tres métodos para recuperar la compostura y pensar con más claridad.

Respirar

Prácticamente cualquier técnica funcionará siempre y cuando funcione para disminuir la frecuencia respiratoria. Cuando entra en pánico, toma respiraciones rápidas y superficiales, lo que lo priva de oxígeno y empeora su respuesta de lucha o huida. Disminuir la velocidad de tu respiración te ayudará a pensar con más claridad y disminuirá tu ansiedad.

Visualizar

Una vez que haya tomado algunas respiraciones, tómese un momento para visualizarse en un estado de calma. Imagina tu cuerpo perfectamente relajado y tu respiración uniforme. Siéntete capaz de lidiar con lo que la vida te depare. Esta imagen mental es fortalecedora y puede transferir algo de confianza y calma que necesita desesperadamente.

Desafía el pensamiento negativo

Siempre que escuche o vea que su hijo se lastima, probablemente salte inmediatamente al peor de los casos. Desafía ese pensamiento negativo haciéndote algunas preguntas simples:

  • ¿Está en peligro la vida de mi hijo?
  • ¿Cuál es el peor resultado posible?
  • ¿Qué sé ya de la situación?

Esta lista no es exhaustiva ni específica para cada caso, pero hacerte preguntas como estas te ayudará a conectarte con el momento y a mantenerte centrado en la realidad, no en una serie de preguntas hipotéticas.

2. Esté preparado

Probablemente la mejor manera de mantener la calma es combatir el miedo con conocimiento. Probablemente llegaste a este artículo porque estás tratando de hacer precisamente eso. La idea de que tu hijo o hija se rompa un hueso algún día da miedo. Recopilar información con anticipación será útil cuando finalmente suceda.

Cada situación y niño es diferente, pero en general, hay algunas cosas que debe saber si su hijo se rompe un hueso:

Primeros auxilios básicos

En primer lugar, debe tener un buen botiquín de primeros auxilios sin importar a dónde vaya. Coloque uno en su automóvil y mantenga uno abastecido en casa.

Querrás quitarte o cortar la ropa del área para que puedas ver mejor. También puede aplicar una bolsa de hielo y hacerlos lo más cómodos posible. Trate de no moverlos mucho hasta que pueda pedir ayuda.

Cómo evaluar una posible ruptura

Si ve que el hueso sobresale, llame al 911 de inmediato. De lo contrario, busque estas señales de advertencia de una ruptura:

  • Dolor extremo
  • Sangrado
  • moretones
  • Hinchazón
  • Ángulos o protuberancias anormales
  • Dificultad o incapacidad para mover el área

Una vez que tenga una idea de los síntomas y la gravedad, llame a su pediatra para obtener más ayuda.

A quién llamar y dónde ir

Nuevamente, el hueso visible siempre requiere una llamada inmediata a los servicios de emergencia. Los signos de una fractura sin que se vea el hueso deben significar una llamada al pediatra. A partir de ahí, te darán instrucciones sobre qué hacer y dónde ir. Es posible que le pidan que le coloque una férula temporal para evitar daños en el tránsito.

Cuando no se ve ningún hueso, generalmente puede evitar la sala de emergencias y sus tarifas astronómicas. En su lugar, puede ir a un centro de atención de urgencia que ofrezca radiografías.

3. Alivia su dolor y ansiedad

Los otros dos consejos se enfocan en tu calma interna y externa, pero parte de no asustarte es priorizar lo que tu hijo necesita en ese momento. Tus sentimientos son totalmente válidos, pero tu dolor emocional debe pasar a un segundo plano frente al dolor físico y emocional que están experimentando. Además, ayudar a su hijo a sentirse mejor también lo ayudará a superar su ansiedad.

Puede ayudarlos a usar las mismas técnicas que probó: ejercicios de respiración, visualización y pensamientos negativos desafiantes. Sin embargo, deberá adaptar estas estrategias según el nivel de dolor y la edad de su hijo. A un adolescente le puede ir bien con la visualización y la reformulación de pensamientos, pero un niño más pequeño puede frustrarse.

¿Un último consejo cuando su hijo se rompa un hueso? Evite decirles que están «bien». Si bien puede que no le parezca problemático, los niños pueden leer esas palabras como descartando sus problemas. Están llorando porque no están muy bien.

En su lugar, simpatice con ellos y ayúdelos a etiquetar lo que sienten. Por ejemplo, “Te vi caerte de las barras y puedo ver que te duele mucho. ¿Qué puedo hacer por ti en este momento? Después de haberles dado un poco de consuelo, puedes decirles que necesitas hacer una llamada. Quédate a su lado todo el tiempo.

Mantener a todos tranquilos

No importa la edad de tu hijo, nunca subestimes el poder de un buen abrazo. El contacto físico calma el sistema nervioso parasimpático y libera la hormona del bienestar, la oxitocina. Ambos se sentirán mucho mejor después y podrán pasar a respirar profundamente.