
Beyond the Beeline – La poesía de la ciencia
agosto 21, 2021Tropezando en la brisa
tu cuerpo vendado está a la deriva
casualmente a la vista.
Despertador de flores, polinizador.
Cada paso de encaje a
caricia cuidadosa
a través de los innumerables rostros
de su diseño forjado.
Vuela en círculos fabricados
rastreamos la trayectoria
de tu sector,
tramando cada ritmo rebelde
contra la cadencia flotante
del calor de tu cuerpo.
Una curva robusta y estéril
rastrear la fragilidad
de nuestra coincidencia
en un mundo
que debemos aprender
Cuota.
Un avispón conectado a un molino volante (Crédito de la imagen: Daniel Kenna / Imperial College London).
Este poema está inspirado en una investigación reciente, que encontró que el rendimiento de vuelo de las abejas se ve afectado por la temperatura.
Los abejorros son un grupo de insectos que son cruciales para polinizar vegetales, frutas, semillas oleaginosas, legumbres y cultivos forrajeros. También son capaces de volar a temperaturas más frías y niveles de luz más bajos que muchas otras abejas, lo que las convierte en excelentes polinizadores, especialmente en altitudes y latitudes más altas.
Como la mayoría de los insectos voladores, su actividad de vuelo depende de la temperatura corporal. Si tienen demasiado frío, sus músculos de vuelo no pueden funcionar lo suficientemente rápido como para soportar el vuelo, mientras que si están demasiado calientes pueden sobrecalentarse. Por lo tanto, comprender la temperatura óptima para que vuelen los abejorros es extremadamente importante en términos del impacto que el cambio climático podría tener en la polinización y la disponibilidad mundial de alimentos.
En este nuevo estudio, los investigadores midieron cómo el vuelo de los abejorros está determinado por la temperatura del aire. Hicieron esto uniendo temporalmente a los abejorros a «molinos de vuelo», lo que les permitió dar vueltas como un carrusel, donde su distancia y velocidad de vuelo podían medirse con precisión. Los investigadores probaron las abejas a temperaturas entre 12 y 30 ° C, y los resultados revelaron que los niveles de rendimiento alcanzaron su punto máximo entre 25 y 27 ° C. También encontraron que, si bien los abejorros pueden volar hasta 3 km en su máximo térmico, esta distancia promedio de vuelo podría reducirse a menos de 1 km cuando las temperaturas suben a 35 ° C.Estos resultados indican que si bien los abejorros se encuentran en latitudes más al norte, pueden ver beneficios para el rendimiento del vuelo en caso de un futuro calentamiento global, las poblaciones de latitudes meridionales (donde las temperaturas superiores a 27 ° C se superan con mayor facilidad) pueden verse afectadas negativamente. Ahora se necesita más investigación para comprender mejor cómo la temperatura puede afectar el potencial de alimentación de los abejorros y otros polinizadores en la naturaleza.