
Cerrar como una almeja – La poesía de la ciencia
diciembre 17, 2021Atacamos las costas
Buscando
herramientas vivas y de baja tecnología
que llevan dentro de si
la promesa de
nuestro clima ha pasado
y futuro.
proxies geoquímicos
que se asoma a las profundidades,
los altos
y bajo
de cada temporada
grabado en calcita,
pendiente
leer
como marchito,
runas salobres.
Perforación de cada borde
profetizamos los secretos
de conchas,
las mareas crecientes
Y
calor cayendo
explicar al unísono
debajo de la superficie
de nuestro toque.
Un ejemplo de la almeja Donax obesulus que se utilizó en este estudio para observar los eventos históricos del ENSOE (Crédito de la imagen: Conchology).
Este poema está inspirado en una investigación reciente, que encontró que el clima del pasado de la Tierra está registrado en las conchas de las almejas.
El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un patrón climático recurrente que involucra cambios en la temperatura del agua en el Océano Pacífico tropical central y oriental. ENOS es uno de los fenómenos climáticos más importantes de la Tierra debido a su capacidad para modificar la circulación atmosférica global, lo que a su vez afecta la temperatura y las precipitaciones en todo el mundo. Por lo tanto, es vital que tratemos de medir las temperaturas históricas de la superficie del mar para comprender mejor cómo se ha comportado ENOS en el pasado y, a su vez, ayudarnos a predecir cómo se comportará en el futuro. Los patrones históricos de ENSO se pueden observar utilizando registros proxy largos, como anillos de árboles, corales, núcleos de hielo e incluso almejas resueltos anualmente.
Al igual que los árboles y los anillos de los árboles, las almejas crean capas en sus conchas a medida que crecen, y la composición química de cada capa depende de la temperatura de la superficie del mar en ese momento. Al perforar a lo largo de una concha, es posible recolectar muestras en cualquier intervalo de tiempo durante su vida, proporcionando así una instantánea de la temperatura del océano a medida que la concha crecía, en intervalos anuales, mensuales e incluso semanales. En este nuevo estudio, los investigadores recolectaron muestras de la especie de almeja Donax obesuluscan de mercados de pescado y playas costeras cerca del Valle de Nepeña en Perú en 2012, 2014 y 2016. Al comparar la relación entre la química de la concha y los registros de la temperatura del océano de estos períodos de tiempo, los investigadores encontraron que estas almejas registran la temperatura de la superficie del mar con bastante precisión. Dado que muchas civilizaciones antiguas consumieron tales almejas y dejaron sus conchas en sitios arqueológicos, esta investigación presenta una nueva forma de reconstruir el clima y sus fluctuaciones desde el pasado lejano.