
Respirando plástico – La poesía de la ciencia
diciembre 17, 2022Las olas rompen contra la orilla,
cada carcaj escupiendo pedregal
y escoria
en el cálido
y cielo impecable;
bocados pesados de
residuos invisibles
ese corte
y empujar
y profundizar.
Tratamos de contar el costo
con los ojos demasiado abiertos para ver,
cada respiración un agudo
y sabor rancio
de lo que no pudimos salvar.
Los microplásticos plantean una preocupación creciente, y no solo en entornos acuáticos (Crédito de la imagen: Universidad Estatal de Oregón, vía Flickr).
Este poema está inspirado en una investigación reciente, que descubrió que los microplásticos en el aire de Auckland equivalen a 3 millones de botellas de plástico cada año.
Durante los últimos 70 años, se han producido 8.300 millones de toneladas métricas de plástico en todo el mundo. Solo el 9% de estos se han reciclado, y el resto se ha incinerado o se ha liberado al medio ambiente. Los nanoplásticos son partículas diminutas que oscilan entre 1 y 100 nanómetros de tamaño (para la escala, un nanómetro es igual a una mil millonésima parte de un metro), lo que significa que potencialmente pueden ingresar a las células, cruzar la barrera hematoencefálica y acumularse en órganos como los testículos, el hígado y el cerebro. De manera similar, también se han detectado microplásticos (es decir, materiales que contienen partículas de menos de 5 milímetros de tamaño) en pulmones humanos y en el tejido pulmonar de pacientes con cáncer, lo que indica que la inhalación de microplásticos atmosféricos es un riesgo de exposición para los humanos. Sin embargo, dada la dificultad de detectar partículas tan pequeñas, es probable que los investigadores hayan subestimado drásticamente la cantidad de microplásticos en el aire.
En este nuevo estudio, investigadores en Auckland, Nueva Zelanda, han utilizado métodos químicos sofisticados para encontrar y analizar partículas tan pequeñas como 0,01 milímetros. Usando este enfoque, los investigadores calcularon que 74 toneladas métricas de microplásticos caen de la atmósfera a la ciudad cada año, el equivalente a más de tres millones de botellas de plástico que caen del cielo. La cantidad promedio de microplásticos en el aire detectados en Auckland en un metro cuadrado en un solo día fue de 4.885. Esto se compara con estimaciones de otros estudios previos de 771 en Londres, 275 en Hamburgo y 110 en París. Dado que todas estas son ciudades que tradicionalmente se ha asumido que son mucho más contaminantes que Auckland, es probable que hayamos subestimado significativamente el alcance de este problema. Si bien las olas que rompen en el golfo de Hauraki pueden desempeñar un papel clave en el problema de Auckland al transmitir microplásticos transportados por el agua al aire, ahora se necesita claramente trabajo futuro a nivel mundial para cuantificar exactamente la cantidad de plástico que estamos respirando.