
Ritmos artificiales – La poesía de la ciencia
junio 17, 2022Alejándose del sol
nuestro planeta intenta dormir,
su superficie de mármol manchada
por la necesidad de zumbido
de mil millones de pinchazos de luz.
Los retoños dormidos comienzan a moverse,
sus sueños distorsionados
por el interminable descanso del día.
Los capullos en flor saltan las señales de la mañana
para capturar pantallas retrasadas
de hojas rezagadas,
sus colores cambiaron para siempre
en la senectud suspendida
de esta vida desordenada.
Uno de los efectos de la contaminación lumínica en los árboles es que cerca de las lámparas, en la zona de iluminación intensa, las hojas muertas no caen (Crédito de la imagen: Lamiot vía Wikimedia Commons).
Este poema está inspirado en una investigación reciente, que descubrió que la luz artificial afecta los ritmos estacionales de las plantas.
El último siglo ha visto un aumento sin precedentes en el uso de la Luz Artificial por la Noche (o ALAN), con una tasa de aumento global actual de más del 6% por año. Esto significa que hoy más del 80% de la población mundial vive bajo un ‘cielo iluminado’ por la noche. Investigaciones recientes han demostrado que ALAN parece ser una amenaza masiva para los crecientes conflictos humanos-ambientales, ya que interfiere con los tres requisitos principales (es decir, alimento, hábitat y salud) para la sustentabilidad de la vida. En humanos, también se ha documentado ampliamente una correlación entre ALAN y la aparición de diversos trastornos, como los ritmos de actividad/sueño, trastornos de salud mental y aumento de peso.
En este nuevo estudio, los investigadores observaron algunos de los efectos que tiene ALAN en las plantas. Compararon los datos satelitales de la NASA de luz artificial en la noche de 2012 a 2016 con datos relacionados con los cambios estacionales en las plantas, observados en alrededor de 3000 sitios urbanos en los Estados Unidos durante este período de tiempo. Sus resultados mostraron que, en promedio, ALAN adelantó la fecha de brotación de las hojas en primavera en casi nueve días y retrasó la coloración de las hojas en aproximadamente seis días en otoño. Además de las implicaciones tanto para la salud de las plantas como para la agricultura urbana, es probable que estos cambios en la temporada de crecimiento también afecten el momento y la gravedad de la temporada de polen, lo que aumenta el riesgo de alergias al polen para los humanos. Esta investigación destaca aún más la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de iluminación nocturna que minimicen el impacto de ALAN en los ecosistemas, especialmente en un entorno urbano.