
Un clima letal – La poesía de la ciencia
diciembre 24, 2022El suelo estalla en llamas,
mercurio subiendo
a través de tendencias febriles
para traer otro tipo
de calor;
una fuerza frenética
que dispara
mutilar y matar.
Collares que pican con intención
como dedos disparados
exponer líneas de falla
en cómo elegimos vivir –
grados de daño
cayendo indebidamente
sobre estos
ya marcado
por nuestro febril,
toque mortal.
Un manifestante en la manifestación March for Our Lives en la ciudad de Nueva York, el 24 de marzo de 2018 (Crédito de la imagen: Mathias Wasik para Flickr).
Este poema está inspirado en una investigación reciente, que descubrió que los días cálidos están contribuyendo a los aumentos repentinos de la violencia armada en los Estados Unidos.
A partir de 2020, las armas de fuego son la principal causa de muerte de niños y adolescentes en los Estados Unidos de América y representan el 77% de todos los homicidios. De manera similar, por cada persona que muere a causa de una lesión por arma de fuego relacionada con un asalto, otras 2 personas sobreviven con lesiones que requieren atención en el departamento de emergencias, lo que resulta en un dolor emocional, físico y económico considerable. Dado el alcance de esta crisis de salud pública, es vital comprender mejor las causas que conducen a incidentes tan violentos, incluido el impacto que puede tener el aumento de las temperaturas provocado por un clima más cálido.
En este nuevo estudio, los investigadores encontraron una relación constante entre las temperaturas más altas y el mayor riesgo de tiroteos en 100 de las ciudades más pobladas de los Estados Unidos. El estudio utilizó datos del Archivo de violencia armada para analizar las temperaturas diarias y más de 116 000 tiroteos entre 2015 y 2020. Teniendo en cuenta tanto la estacionalidad como las diferencias climáticas regionales, los investigadores encontraron que casi 8000 tiroteos se atribuyeron a temperaturas superiores a la media, es decir, casi 7 % de todos los tiroteos que tuvieron lugar. Los investigadores postulan que esta correlación entre el calor y la violencia armada probablemente se deba a una combinación de dos factores. El estrés por calor hace que las personas sean más propensas a usar la agresión, y el hecho de que las personas tengan más probabilidades de salir en los días más cálidos y tener más interacciones, creando así más oportunidades para el conflicto y la violencia. Dado que el cambio climático amenaza con aumentar aún más las temperaturas diarias, estos hallazgos subrayan la necesidad de políticas continuas que aclimaten a las comunidades al calor y también mitiguen el riesgo de violencia armada atribuible al calor.